Video kill the radio star.

Sucumbí ante el consumismo, me compré un televisor.
Uno pedorro, de veinte pulgadas, pantalla común (no plana, sino más bien redonda…).
Lo puse arriba del roperito para ver televisión desde la cama, bien cómodo.
Debo decir que con esta adquisición mi nivel de pereza ha aumentado un 50% (es decir que ahora estamos en un 150%). Allí quedó Umberto Eco con su péndulo de Foucault oscilando casi imperceptiblemente, colgado del banquito símil mesa de luz, al costado de mi lecho de flojedad.
Esto de absorber contenidos (algunos programas ni siquiera los tienen) como una esponja, sin ningún reparo, se hace vicio bastante rápido.
Veremos en uno o dos meses, cuál es el impacto económico de dicha adquisición, en la boleta de luz. En caso de ser profundo, me abocaré a caminar a oscuras, cocinar a tientas y reconocer objetos al tacto, mientras la PC y la tele están encendidas…

Un comentario sobre “Video kill the radio star.

Deja un comentario