Fuerza Aérea S.A.

Hoy estuve viendo esta obra maestra de la investigación que nos trajo Enrique Piñeyro para no dejarnos dormir tranquilos.
Es importante saber que cuando uno sale a fumarse un faso al patio te puede caer cualquier cosa en el marote, desde una cagada de paloma hasta un C130 Hércules.
Es muy gracioso ver (y escuchar) cómo los pilotos extranjeros le dicen (diplomáticamente) a los operadores de la torre de control «no entiendo un carajo lo que me decís», cuando éstos imparten instrucciones en un dialecto derivado del inglés (o algo así) que bien podría llamarse criollenglish.
Deja de ser gracioso cuando uno ve, gracias a un par de cámaras ocultas, cómo cada dos por tres los radares se apagan aleatoriamente, dejando a un montón de aviones volando a ciegas y sólo guiados por la voz de un memorioso controlador que debe acordarse, a groso modo, por dónde andaban los vuelos.
Ni hablar de los millones de dólares que las empresas se ahorran en capacitación de pilotos, parte de los cuales van a parar a los bolsillos de los entes reguladores que literalmente cierran los ojos ante las infracciones más burdas.
Se hace evidente la no exigencia de la implementación de dispositivos de alarma obligatorios en las cabinas; como por ejemplo el que avisa que se congeló el medidor de velocidad y que las lecturas no son correctas, carencia que llevó a un accidente brutal que se describe en la película. Imaginen que los pilotos creen que pierden velocidad, y para no venirse a pique le entran a dar rosca a los motores y, a esa brutal velocidad, despliegan los flaps que (obviamente) se desprenden y se van al carajo.

Todo el aparato de corrupción que permite estas cosas se describe con nombres y apellidos.
Y, para dejarlos más tranquilos, les puedo asegurar que ése aparato sigue funcionando, y si no me creen vean la película.
Otro punto interesante es ver cómo en todos y cada uno de los casos se responsabilizó al piloto en forma injusta, cosa que deja impune a las empresas de aerolíneas.
Un detalle, en muchos de los casos los mismos responsables se erigen en investigadores.
Piñeyro, ex piloto de LAPA, se luce como el mejor de los investigadores para mostrarnos una realidad alarmante. La vida de los que viajan en avión desde, o hacia Argentina está siempre en peligro.
La perlita (triste perlita): el misil balístico que pasa a escasas millas de un vuelo de Lufthansa y los pilotos que le preguntan a torre de control (en un protocolar inglés) «me parece a mí o eso que nos pasó por al lado fué un misil?», y la respuesta en criollenglish «negativo, seguí tranquilo». Terrible!

7 comentarios sobre “Fuerza Aérea S.A.

  1. Acá pasa algo muy similar, y realmente demuestra de las hablidades multiplicadas por 1.000.000 de los pilotos que se las arreglan muchas veces sin la ayuda de la Torre de Control.

    Saludos =)

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  2. Yo me enteré de esto cuando vi un programa de TVr en donde el invitado era el mismísimo Piñeyro, además pasaron grabaciones desde la cabina del piloto en el accidente de LAPA; tristísimo todo.
    Una pregunta, ¿esto está en DVD? porque también ando con ganas de verlo

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  3. Tranquilo Manto Negro, Argañaráz dijo que esta todo arreglado, ahora podemos quedarnos más tranquilos…(si, seguro).
    Sakura, es cierto eso que decís de los pilotos, según el documental están volando aviones que hacen cualquier cosa de manera impredecible. Por otro lado, yo no creo que la aviación Boliviana esté mucho mejor. A decir verdad, no creo que ninguna esté mejor!
    Jorge, sí está en DVD, y también en el emule… 😛

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  4. yo fui y volví de argentina y sigo vivita y coleando! je
    sólo que más linda fue la ida, cuando no sabía nada del problema de los radares. a la vuelta iba viendo por la ventana a ver si no había ningún avión por ahí que se nos venga directo.

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  5. Mina! Estás viva!
    Si, me dí cuenta de lo que había escrito después de haberlo publicado. Estuve a punto de desmentirme, pero era mi palabra contra la de Piñeyro, y por lo que escucho en la radio a Enrique no le puede discutir nadie.
    Te prometo que para la próxima, me voy hasta Ezeisa y me paro en la pista con dos bengalas, a lo Bruce Willys en Die Hard 2… O mejor que vaya el Kana que está mas cerca…

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